Las Mejores Formas de Capear el Maquillaje para un Acabado Natural

Piensa en tu maquillaje como capas de una tarta: cada una tiene su función y aporta algo especial, pero todas juntas crean un conjunto armonioso. Al saber cómo y dónde aplicar cada producto, puedes obtener un acabado luminoso y fresco que realce tu piel sin esconderla. A veces, solo se trata de usar un poco de base aquí, un toque de corrector allá, y difuminar cada capa como si fuera un suave velo sobre tu rostro.

Preparación de la piel: La base de un acabado perfecto

Antes de aplicar cualquier producto, necesitamos preparar la piel. Piensa en esto como preparar una tarta: si el bizcocho está seco o agrietado, el glaseado no se verá bien, por más bonito que sea. Lo mismo ocurre con el maquillaje: sin una buena base, el resto de los productos no se aplicarán de manera uniforme y, a la larga, se verán apelmazados o desordenados.

  • Limpieza e hidratación: Comienza limpiando tu rostro para eliminar cualquier residuo de suciedad o aceite que pueda interferir con el maquillaje. Luego, aplica una crema hidratante que sea ligera y adecuada para tu tipo de piel. La hidratación es esencial para que el maquillaje se asiente de manera uniforme y se vea fresco durante el día.
  • Aplicación de un primer: El primer funciona como una base invisible que suaviza la superficie de la piel, ayudando a minimizar poros y líneas de expresión. Además, permite que el maquillaje dure más tiempo. Con solo una pequeña cantidad, aplícalo en las zonas donde tiendes a tener más brillo o textura, como la nariz, frente y barbilla.

un toque de color en las mejillas

Base ligera: Construir sin exagerar

La clave para un look natural está en usar una base que unifique el tono de tu piel sin cubrirla por completo. Muchas veces, menos es más, y una base ligera permite que tu piel se vea fresca y luminosa, sin perder su esencia.

  • Elige una base ligera o una BB/CC Cream: Las BB o CC creams son excelentes para un acabado natural, ya que ofrecen cobertura ligera y, en muchos casos, también incluyen beneficios para la piel, como protección solar o ingredientes hidratantes. Busca un tono que se funda bien con tu piel para evitar diferencias de color.
  • Técnica de aplicación: Usa una esponja húmeda o una brocha suave para aplicar la base en pequeñas cantidades. Comienza desde el centro del rostro y ve difuminando hacia afuera para obtener una cobertura sutil. La idea es que la base actúe como un “velo” ligero que unifique el tono sin ocultar por completo tus rasgos.

Corrección y disimulo de imperfecciones

No tienes que aplicar corrector por todo el rostro; solo en las áreas que realmente lo necesitan. De esta manera, logras que el maquillaje se vea natural y no sobrecargado.

  • Corrección de color: Si tienes áreas con problemas específicos, como rojeces o manchas oscuras, puedes usar correctores de color antes del corrector de tu tono. Los correctores verdes neutralizan las rojeces, mientras que los de tonos melocotón ayudan a cubrir ojeras. Es como un “borrador” que iguala los tonos de manera sutil.
  • Aplicación estratégica del corrector: Una vez que has corregido el color, aplica un corrector de tu tono de piel solo en las áreas necesarias, como bajo los ojos o en granitos. Usa el dedo o una esponja pequeña para difuminarlo suavemente. Esto ayuda a que se mezcle bien con la base y no se vea como una mancha de color aislada.

Capa de polvos: Sellar sin opacar

Para que tu maquillaje dure más tiempo, especialmente en las zonas propensas al brillo, un toque de polvo translúcido es ideal. Pero la clave está en aplicar lo mínimo necesario para no perder ese aspecto natural.

  • El polvo translúcido y cómo aplicarlo: Usa un polvo translúcido, ya que estos son finos y no cambian el color de tu base. Aplica una ligera cantidad en la zona T (frente, nariz y barbilla), que es donde normalmente se produce más brillo.
  • Usa una brocha grande y suave: Una brocha esponjosa te permitirá aplicar el polvo de manera sutil, como si solo estuvieras “espolvoreando” un toque en tu piel. Evita las esponjas o los polvos compactos pesados que pueden hacer que el maquillaje se vea opaco y pesado.

maquillaje dure más tiempo

Rubor y contorno natural: Agrega dimensión sin exagerar

Un toque de color en las mejillas y un ligero contorno pueden hacer maravillas para darle vida al rostro, pero la idea es que se vea como un rubor natural y no como algo aplicado.

  • Elige tonos suaves y naturales: Opta por colores que imiten el rubor natural de tu piel. Los tonos durazno o rosados suaves suelen funcionar bien para la mayoría de los tonos de piel.
  • Aplicación en capas ligeras: Aplica el rubor y el contorno en capas ligeras para que el color se mezcle y no se vea una línea dura. Usa una brocha para difuminarlo hacia las sienes y crea una transición suave que aporte definición sin exageración.

Iluminador: Brillo sutil donde importa

El iluminador puede darle a tu piel un brillo natural y radiante, pero hay que tener cuidado de no aplicarlo en exceso. La idea es que resalte ciertos puntos altos del rostro como lo haría la luz natural.

  • Aplica el iluminador con moderación: Usa el iluminador en los puntos altos de tu rostro, como los pómulos, el arco de la ceja y el puente de la nariz. Así le das al rostro un toque de luz sin parecer demasiado brillante.
  • Difumina para integrar: Con una brocha pequeña o con los dedos, difumina el iluminador para que se funda bien con el resto del maquillaje. La clave es que se vea como un brillo natural, no como una capa de brillo encima de la piel.